miércoles, 15 de julio de 2009

El día que al Rey se le soltó la cadena





Federer es un relojito suizo, todos lo sabemos. Es pura elegancia, clase, técnica y buen comportamiento. Pero el 3 de abril de este año se le solto la cadena. Venía de perder el número 1 del mundo a manos de Rafael Nadal y de perder frente al mismo rival la final del Australian Open, partido tras el cual rompio en un llanto de impotencia ante millones de televidentes. Se jugaban las semifinales del Miami Masters 1000 Sony Ericsson Open, y una de ellas era Federer-Djokovic. La primera manga se la llevo el suizo y la segunda el serbio. En la tercera manga no le salia nada a Roger y luego de dejar una pelota regalada en la red destruyo su raqueta contra el piso. El partido se lo terminó llevando Djokovic por 3-6, 6-2, 6-3; y quedará en el recuerdo no porque Roger haya perdido sino porque ese día El Rey demostró que el también se frustra.

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