Luego de la conquista de Roland Garros, Roger Federer completó (o casi) su armario de trofeos. Y digo esto porque aún le falta obtener un título muy importante, pero para obtener este trofeo, necesita de la ayuda de sus compatriotas y de sus propias ganas principalmente. Me refiero a la Copa Davis. Historia singular si la hay, la de Roger con la ensaladera.
Todo jugador aspira a ganar algun Grand Slam, la Copa Davis o quizás con suerte, ser el n°1 algún día. Repasemos el inventario de Federer. El objetivo de ganar un Grand Slam lo cumplió con creces y el de ser n°1 también. Pero vaya a saber uno por qué, nunca se mostró interesado en la Davis. O mejor dicho, Roger manifestó que jugará la Davis, sólo cuando los helvéticos corran riesgo de descenso. Esto es, cuándo exista riesgo que Suiza pierda la categoría en el Grupo Mundial. El último año que la jugó de manera completa fue en 2004, cuándo Suiza cayó en cuartos de final 3-2 con Francia.
Desde 2005 a esta parte, sólo ha jugado el repechaje, con cuatro victorias y una derrota del equipo suizo. Su historial en la Copa es de 37-11 en singles y 10-5 en dobles. Y hay otro dato aún más impresionante, desde que es n°1 nunca perdió un partido de singles.
No caben dudas, que Suiza con Federer y Wawrinka puede ganar la Davis tranquilamente, tanto de local como de visitante.
Es un caso extraño, que con todo lo que ganó Federer, no tenga intenciones de obtener la Copa Davis, ya que supone uno de los mayores honores para un jugador, poder competir por su país.
Así que será cuestión de tiempo y ver si se decide a ganarla o simplemente a seguir cumpliendo su rol de salvador cuándo Suiza lo necesite.
Ah, a todo esto, los suizos nunca ganaron la Davis.
