Coria peligroso

Ya la situación era curiosa de por sí. El desconocido holandés Martin Verkerk llegaba por primera vez a una instancia de semifinales en un Grand Slam. Esto sucedió en Roland Garros 2003 y su rival era el argentino Guillermo Coria. Verkerk lo paseaba al argentino y en un punto la frustación de Coria fue tan grande que lanzó su raqueta hacia atrás impactando con una violencia importante en el pecho del ballboy que se encontraba preparado para alcanzar pelotas. Este cayó desplomado en el piso y la cara de Coria mostraba una angustia lógica por lo sucedido. Por un instante se pensó que el umpire perfectamente podría haber dado por terminado el partido y darle la victoria al holandés por mala conducta del argentino. Esto no sucedio, el ballboy se recuperó, Verkerk se impuso por 7-6,6-4,7-6 y Coria, como se ve en la foto, le obsequia al ballboy al finalizar el partido su remera. La final luego la disputarían el mismo Verkerk y el español Juan Carlos Ferrero, ganando este ultimo de manera contundente en 3 sets. Coria era un jugador espectacular, pero tenía este tipo de actitudes que lo hacían ser poco querido en el circuito.